“Es
el mundo de las palabras el que crea el mundo de las cosas”.
Jacques Lacan, Seminarios
La
aparición de la crisis ha llevado a una nueva forma de nombrar las
cosas, hechos e incluso a las personas.
Este
fenómeno no es nuevo, si nos damos una vuelta por nuestra historia
mas inmediata vemos que conforme los tiempos evolucionan aparecen en
escena nuevos vocablos los cuales vamos interiorizando hasta que los
hacemos nuestros.
El
término semántica, “lo que tiene significado”, se
refiere a los aspectos del significado, sentido o interpretaciones
que hacemos y/o que le damos a las palabras, expresiones o
representaciones.
Como
consecuencia podemos decir que la semántica es la parte del estudio
del lenguaje que se ocupa de los significados de las palabras.
El
lenguaje que usamos es una metáfora de la realidad, el poder de la
metáfora radica que sin ella no somos capaces de explicar la
realidad en la que estamos inmersos.
Por
otra parte el lenguaje va formando las capas de nuestro pensamiento,
sin el lenguaje nos seria impossible pensar y expresarnos. A lo que
nos lleva que lo que no se puede expressar no se puede pensar.
Existen
dos maneras de manipular el lenguaje.
Neologismos,
que traducido literalmente son “palabras nuevas”, su propósito
es desviar la atención de los aspectos que se quieren ocultar, otras
veces tienen el propósito de insinuar y crear confusión
deliberadamente. Estas palabras nuevas lo que hacen es crear una
neolenguna donde su misión en los tiempos actuales es la de
reducir la capacidad de razonar y entender la realidad, en una
palabra ocultarnos la verdad en los tiempos actuales.
Eufemismos,
aquellas palabras que sirven para modificar su significado real,
disfrazando de esta manera la realidad y confundiendo a los sujetos,
palabras que sirven para convertir en positivo aquello que por su
naturaleza real es negativo, lo malo en bueno y/o lo desagradable en
atractivo.
Veamos
algunos ejemplos que están en boca de todos en estos tiempos que
corren.
A
la emigración de los ciudadanos----> Movilidad exterior.
A
echar a la gente de sus casas ---> Alzamientos
Flexibilización
laboral -----> Recortes derechos trabajadores.
Tasa
negativa crecimiento económico ----> Crisis
Situaciones
de necesidad ----> Pobreza.
País
en vías de desarrollo ----> País subdesarrollado.
Y
así podríamos elaborar una larga lista.
Dichas
técnicas tienen un solo propósito a conseguir, es la
culpabilización de los sujetos con el fin de quitar unos derechos de
los que hemos venido disfrutando hasta ahora, pero no tan solo nos
culpabilizan, sino que también intentan avergonzarnos, humillarnos.
Ejemplos
de estas técnicas es la famosa frase “hemos vivido por encima
de nuestras posibilidades”, culpar a quien se ha endeudado para
comprar una vivienda, en tiempos no lejanos el discurso era el
contrario, incitando a la gente a comprar y a endeudarse, otra de las
técnicas es amenazar a los enfermos con el repago ( no
tenemos que perder de vista que ya contribuimos con nuestras
cotizaciones y nuestros impuestos) sanitario, donde la
consigna es “ abusamos del sistema sanitario”.
Con
la perversión del lenguaje se consigue que pasemos de ser individuos
y ciudadanos a ser súbditos, trabajar, pagar y callar. El
sentimiento de culpa que inoculan a los sujetos tiene un efecto
paralizante produciendo estres, angustia y depresiones graves,
agravandose aun mas los efectos de estos tiempos sobre la sociedad.
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